Aunque sólo representa un 3% del territorio argentino y alberga a un 2% de la población nacional, Neuquén es responsable de un 50% de la producción gasífera y de un 22% de la explotación petrolera del país. Según el ministro de Energía provincial, Alejandro Nicola, esos porcentajes crecerán aún más en el mediano plazo, cuando la provincia aproveche a escala masiva el potencial de sus hidrocarburos no convencionales.
“Sin dudas que para una provincia cuyo territorio es poco más del 3% de la superficie argentina y cuya población no sobrepasa el 2% del total, esto representa enormes desafíos (a la hora de controlar el impacto social que tanta actividad produce) y oportunidades (para que justamente esta explotación de los recursos naturales genere un derrame de riqueza que permita la generación de los recursos económicos necesarios para crear la infraestructura que la sociedad necesita en un proceso de crecimiento armónico y ordenado)”, señala el funcionario en diálogo con este medio.
Están fuera de discusión, a su entender, las bondades del subsuelo y la calidad de la geología que ubica a Vaca Muerta como uno de los mejores reservorios del mundo, con inmejorables condiciones de composición orgánica, presiones y demás variables. “Contamos también con agua en abundancia y hay un desarrollo de infraestructura de superficie con capacidad suficiente para soportar un crecimiento en la producción sin necesidad de inversiones inmediatas”, apunta.
Según sus palabras, la capacidad de conducción de los gasoductos que parten desde Neuquén tiene la posibilidad de incrementar el transporte en hasta 30 millones de metros cúbicos (m³); es decir, un 25% del consumo actual total del país. “Adicionalmente, la infraestructura eléctrica en extra alta tensión en 500 kilowatts (Kw) también nos permite aprovechar gas en forma de energía eléctrica”, agrega.
Fuente: Revista Petroquímica