Se reactiva la inversión en exploración y producción en América Latina

La Conferencia de Petróleo y Gas ARPEL 2017 mostró a América Latina como un destino potencial para la inversión en exploración y producción hidrocarburífera.

Comenzó la Conferencia de Petróleo y Gas ARPEL 2017 bajo el lema “Nueva realidad energética, desafíos y oportunidades”, donde América Latina se mostró como un destino potencial para la inversión en exploración y producción hidrocarburífera.

El evento organizado por la Asociación Regional de Empresas del Sector Petróleo, Gas y Biocombustibles en Latinoamérica y el Caribe y que reúne en Punta del Este, Uruguay, a los más importantes líderes del sector energético regional, dejó en claro que las oportunidades se amplificaron en un contexto en el que la demanda energética continuará en ascenso y el liderazgo de los hidrocarburos en el mix energético global seguirá vigente.

La primera jornada de la Conferencia ARPEL 2017 permitió profundizar en los planes estatales para atraer inversión a la región durante el Foro de Agencias de Hidrocarburos que reunió a los máximos representantes de diez agencias nacionales, los que expusieron las potencialidades país por país en petróleo y gas. Para el presente año Colombia prevé perforar más de 50 pozos exploratorios; Bolivia tiene un potencial exploratorio muy importante ya que el 50% del territorio nacional es catalogado de interés hidrocarburífero, y por su parte, Perú cuenta con un potencial de 10.000 millones de barriles de petróleo con el objetivo de cubrir la demanda interna para luego convertirse en un exportador de crudo.

Cada uno de los disertantes del foro confirmó que la región ofrece un importante margen de oportunidades de inversión, que va de la mano del interés por incrementar reservas de hidrocarburos, priorizando el cuidado del medio ambiente y encarando los proyectos de manera competitiva a través del uso de tecnología de punta.

Quedaron latentes los esfuerzos de los Estados por generar las condiciones necesarias para que las inversiones permanezcan y se amplíen en un periodo en el que los precios internacionales se mantienen estables, pero que tienen un valor menor al de hace algunos años, estacionados en la franja entre los US$ 50 y US$ 60 por barril.

Rondas de licitación, nuevos modelos de contratos, regímenes fiscales más flexibles y ajustes a los marcos regulatorios son algunos de los mecanismos que los países encaran para brindar mayor seguridad jurídica, esquemas de inversión atractivos, relaciones contractuales y de largo plazo entre países y empresas.

Mientras los países productores precisan consolidar sus reservas hidrocarburíferas, la demanda global no cesará de crecer. Según señaló el Director Ejecutivo para Latinoamérica y el Caribe de Repsol, Evandro Correa, el aumento en el consumo energético será apuntalado por los países que están fuera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que mantendrá a los combustibles fósiles como la principal fuente energética por las siguientes dos décadas, cubriendo alrededor de un 80% de la matriz energética global, con un fuerte énfasis en el uso del gas natural. En esa línea, según Correa, los países de la región, desde México hasta Argentina, tienen oportunidades y desafíos por delante.

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Fuente: Revista Petroquímica