En el corto plazo, Neuquén comenzará a transitar un camino que la puede llevar a dar un salto de calidad en la producción de petróleo. Llegará desde una porción minúscula de las 34 concesiones no convencionales otorgadas, que son por sí solas un motor productivo: esta semana, Vaca Muerta sumó su cuarto desarrollo masivo. Se trata del área La Amarga Chica, donde YPF y Petronas se asociaron para invertir 2300 millones de dólares. Es el anuncio petrolero más importante del último año para la formación no convencional. La producción que se obtenga de allí alcanzará para modificar el mapa de la producción provincial: son unos 60 mil barriles de crudo adicionales hacia el 2022.
Hoy, el área produce unos 9200 barriles equivalentes de petróleo (boe/día). Es decir, el pasaje a desarrollo masivo implicará multiplicar casi siete veces su producción actual, en un área que tiene unos 43 mil acres.
De acuerdo con lo que informó YPF, el plan de desarrollo incluye la perforación de 280 pozos hasta el 2023. En buena medida, allí buscará hacer la diferencia con el bagaje de conocimiento acumulado en Loma Campana, el área donde es socia de Chevron, punta de lanza de los desarrollos shale neuquinos, donde viene dando saltos en la producción, en la mejora de costos y en la longitud de las ramas laterales de sus pozos. Es el segundo yacimiento del país con sus 45 mil boe/día.
También en petróleo, Vista Oil acaba de anunciar que en el primer cuatrimestre de 2018 comenzará con su operación en Bajada del Palo, donde espera producir en un lapso de cinco años unos 65 mil barriles diarios de shale oil, al sumar unos 40 mil a los cerca de 25 mil que hoy produce en su segmento convencional.
Solo tomando estos dos anuncios, se puede observar que se sumará entre el corto y mediano plazo el equivalente a los 125 mil barriles diarios que se producen en Neuquén. Con todo, es una cifra conservadora, si se contempla la posibilidad de que otros proyectos petroleros puedan pasar a desarrollo masivo.
Fuente: La Mañana de Neuquén